EL TRABAJO COMO PRODUCTOR DEL "ARTIFICIO HUMANO" EN HANNAH ARENDT

Autores

  • Gloria M. COMESAÑA-SANTALICES Universidad del Zulia

Palavras-chave:

Trabajo, Labor, Mundo, Artificio, Utilitarismo

Resumo

Analizamos aqui el concepto de "trabajo" en la obra de Hannah Arendt: La Condición Humana, no sólo en su constante contraposición y enlace con la "labor", sino muy particularmente en su carácter de creador del artificio humano que ltamamos "mundo", tanto en su aspecto propiamente cultural en general, como en su aspecto particularmente tecnológico y utilitarista, que confIgura buena parte de lo que ltamamos modernidad y post-modernidad.

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Referências

Cfr. Comesaña, S. Gloria. “Consideraciones críticas en torno al concepto de Labor en Hannah Arendt”, Revista de Filosofia. Nº21 CEF-LUZ. Maracaibo, 1995. pp. 115-141.

Cfr. Arendt, Hannah. La Condición Humana. Trad., cast. de Ramón Gil Novales. Paidós. Barcelona, 1993. p. 157. En lo sucesivo citaremos con las siglas LCH.

LCH. p. 227.

LCH . P. 21.

LCH. p. 31. Hemos corregido un poco la traducción. Hemos reemplazado la palabra linea por la palabra trayectoria, y en lugar de orden decimos forma. Ya hemos seflalado en anterior oportunidad (Vid., nuestra reseãa a la traducción castellana de LCH. Revista de Filosofia. Vol. 20. CEF-LUZ. Maracaibo, 1994. pp. 136-142), lo deficiente que nos parece la misma.

LCH. P. 31

LCH. P. 160.

Idem.

A este respecto recordamos el libro de Rosemary Radford Ruether: Gaia y Dios: Una teologia Ecofeminista para la recuperación de la Tierra. Ed. Demarc. México, 1993.

LCH. . p. 14.

LCH. P. 15

Para entender bien el sentido que damos a este término como “lo lanzado” o “puesto contra”, lo que resiste. Ver las páginas 158 y 192 (cita NQ 2), de LCH.

LCH . p. 21.

LCH. P. 164.

LCH . p. 159

lbidem.

LCH. P. 130.

LCH. p. 164,

LCH. p. 175.

LCH. P. 169

LCH. pp. 171-172

LCH, p. 173.

Puesto que no sería un objeto de uso, y sólo proporcionada “placer sin interés".

LCH, pp. 174- 175. De nuevo hemos corregido la traducción española: donde dice: “si a los modelos que gobernaron su toma de existencia (coming into being) [Cfr. The Human Condition. Anchor Books. New York, 1959. p. 137], nosotros decimos “que gobernaron su surgimiento”.

LCH. p. 176.

LCH. p. ll .

LCH. p. 163

LCH. p. 161

lbidem

Haciendo una pequefãa digresión, podríamos preguntarnos si la labor misma, en la medida en que transforma (labra) a la naturaleza y la modifica al laborarla no es ya también productora de artificio humano, y la naturaleza modificada, convertida en parte del mundo humano Sin embargo, la labor tiene realmente su origen en la constriflente satisfacción de las necesidades(aunque luegopueda prever y acumular), mientras que eltrabajosería siempre algoqueseharíacasi gratuitamente, poraõadidura, para crear en y a partir de lo dado, para dejar la impronta humana en el asiento natural sobre el cual vivimos y existimos.

LCH. P. 162.

JCfr. Comesaña, Gloria. “Consideraciones críticas en tomo al concepto de Labor ... ”. Art. cit

LCH. p. 179.

Arendt, H. Los Orígenes del Totalitarismo. Taurus. Madrid, 1974. p.575. “ El hombre, en cuanto homofaber tiende a aislarse con su obra, es decir, a abandonar temporalmente eI terreno de la política, La fabricación (poiesis , la elaboración de cosas), como diferenciada de la açción (praxis), por una parte, y de la pura labor, por otra, es realizada siempre en un cierto aislamiento de laspreocupaciones comunes, tanto si el resultado es una muestra de pericia manual como una obra de arte En el aislamiento, el hombre permanece en contacto con el mundo como artífice humano; sólo cuando es destruida la más elemental forma de creatividad humana, que es la capacidad de añadir algo propio al mundo común, el aislamiento se torna inmediatamente insoportable.”

lbid., p. 576.

LCH . p. 132,

LCH. p. 41 ss. A esto hay que aôadir el ámbito de lo social, que coincide con el comienzo de la Modernidad, y que hablando estrictamente no es ni público, ni privado.

Cfr. Comesaõa, Gloria. “Consideraciones críticas en torno al concepto de Labor...”, Art. cit

LCH. p. 46.

LCH. p. 178.

LCH. p. 132. “Sólo dentro del marco de la organización política donde los hombres no viven meramente, sino que actúan en comun, cabe la especialización del trabajo y la división de la labor”,

lbidem.

LCH. p. 233

LCH. p. 232 ss.

Recordemos, tal como ya vimos en un artículo anterior ( Comesaña, G. “Consideraciones críticas en tomo al concepto de Labor...” Art. Cit), que Marx, tal como la autora deLa Condición Humana lo analiza, confunde, aI igual que muchos otros filósofos y economistas, labor y trabajo, fuerza de labor y capacidad de trabajo.

A este respecto léase además del texto arendtiano que estamos analizando (p. 180 ss), las citas Ng 34 (p.196) y Ng 38 ( p.197) del mismo texto.

LCH. P. 184.

Las ideas de Arendt en este sentido se completan en el último capítulo de su libro LCH : “La Vita Activa y la Epoca Moderna”, p. 277 ss.

LCH. p. 185.

LCH. p. 184.

LCH. pp. 190-191.

LCH. p. 186.

LCH. p. 186.

Sobre Ia no intercambiabilidad intrínseca de las obras de arte, véase LCH. P. 184.

LCH, p. 187.

Que el pensamiento es para ella actividad, aunque los antiguos no lo veíanasí, puede comprobarse en varias partes de LCH y parthularmente en las líneas finales del libro (p. 349) donde cita a Catón, cita que parcialmente encontramos tambiénen Los Orígenes del Totatitarismo. Op. cit., p. 576.

No debe olvidarse que en La Vida del Espiritu (2Vols) su obra póstuma, Arendt analiza el pensamiento, en el primer volumen, y luego en el segundo, la facultad de juzgar y la voluntad consideradas como el mismo pensamiento que pane de y regresa al mundo de los fenómenos, para decidir y aspirar a ellos.

Cfr. Comesaña, Gloria. “Consideraciones críticas en torno al concepto de Labor... ”. Art. cit..

Entre las actitudes típicas del homo faber Hannah Arendt menciona “(...) su instrumentalización del mundo, su confianza en los útiles y en la producüvidad deI fabricante de objetos artificiales; su confianza en la total categoria de los medios y fin, su convicción de que cualquier problema puede resolverse y de que toda motivación humana puede reducirse al principio de utilidad; su soberanía, que considera como material lo dado y cree que la naturaleza es “un inrnenso tejido derque podemos cortar lo que deseemos para recoserlo a nuestro gusto”; su ecuación de inteligencia con ingeniosidad; es decir, su desprecio por todo pensamiento que no se pueda considerar como “el primer paso...hacia la fabricación de objetos anificiales, en particular de útiles para fabricar útiles, y para variar su fabricación indefinidanente”; por último, su lógica identificación de la fabricación con la acción” (LHC. PP. 330-331).

Actitud que yacriticamosen nuestrotrabajo: 'Consideraciones críticas en tomo al concepto de Labor...” An. cit.

En todos estos análisis Arendt se apoya, reiteradamente, en sus mentores clásicos: básicamente Platón y Aristóteles.

LCH. p. 320. Subrayamos nosotros.

LCH. pp. 321-322

LCH. , P. 329

Confundiéndola con la fertilidad de la labor en Marx particularmente, lo cual analizamos ya en Comesaña, G. “Consideraciones críticas en torno al concepto de Labor...”, Art. cit.

Ver los análisis de la autora a este respecto en el capítulo sobre la Labor (p. 97 ss).

LCH. p. 133.

LCH. pp. 133-134.

No podemos profundizar en este punto ya que no es éste aquí nuestro objetivo. Esto lo haremos en un futuro artículo sobre la acción. Puede sin embargo leerse aI respecto el parágrafo titulado: “EI Homo Faber y el Espacio de Aparición” (p. 230 ss).

LCH. p. 332.

Ibidem.

Idem.

LC Fl. p. 333.

LCH. pp. 333-334

Es esa parte positiva de la henncia judeo-cristiana en la que se basa la recuperación de la tierra y de la vida en general propuesta por el ecofeminismo, en particular por Rosemary Radford Ruether en su obra Gaia y Dios. Op. cit.

LCH. p. 340. Arendt considera sin embargo, en una disquisición bastante interesante que, contrariamente a lo que algunos modernos intérpretes han seãalado, “no hay indicaciones de la moderna glorificación de lalaboren el Nuevo Testamento o en otros premodernos escritores cristianos” (LCH. p. 34/). Lo que el cristia- nismo glorifica es la vida como algo sacro, que debe ser defendida a toda costa. Ln traducción castellana es aqui, como ya lo hemos seôalado (Cornesaõa,

G., resefla a “La Condición Humana”, Revista de Filosofia. Ed. cit.)7 muy deficiente, causando bastante confusión en este caso al colocn, en los pánafos consagrados a esta reflexión, el término trabajo en lugar del término labor (sin embargo dice bien claro labor en el original en inglés),ytraduciendopor ejemplo“positiva labor filosófica” donde dice en realidad “positiva filosofia de la labor”. Ver al respecto el texto en espaôol de la LCH de A. Arendt, pp. 34 1 -342, y en inglés Op. cit., pp. 289-290,

LCH. p. 345.

LCH. p. 346. Lo cual ya mencionamos en nuestro artículo “Consideraciones críticas en torno al concepto de Labor...” Art. cit

Cfr. Arendt, H. La me de 1' Esprit. La Pensée , Vol.1. Paris, 1981

Hemos corregido también aquí la traducción. Ver LCH (p. 349) y en la versión original en inglés (Op. cit., p. 297).

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Publicado

2024-01-24

Como Citar

COMESAÑA-SANTALICES, G. M. (2024). EL TRABAJO COMO PRODUCTOR DEL "ARTIFICIO HUMANO" EN HANNAH ARENDT. Reflexão, 24(73). Recuperado de https://periodicos.puc-campinas.edu.br/reflexao/article/view/10787

Edição

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Artigos