Ambientalización de la educación comunitaria en clave del Florecimiento de la Vida. Diseño Metodoestésico de una Paz completa

Resumen

La fotografía colocada al iniciar estas reflexiones, lo dice todo. Comprender la Paz, como una suspensión de enfrentamientos entre fuerzas que se oponen, o como una mera entrega de armas por partes de las guerrillas o las autodefensas, que a lo largo y ancho de geografías colombianas -y de otros lugares de la tierra- es una ingenua reducción de lo que significa la Paz en tiempos de devastación. El Pensamiento Ambiental emergente de esta tierra herida que ha sido América-afrolatina-abyayalense, ha pensado la Paz no solo como una suspensión de enfrentamientos armados, sino como la suspensión radical de toda violencia contra la tierra que somos, violencia y atrocidad que en Colombia ha producido permanentes éxodos de personas que han tenido que abandonar su tierra natal, afectiva y madre generosa, ante las masacres orquestadas por intereses políticos y económicos comprometidos con el extractivismo de dichas tierras, que ha sido el extractivismo de personas, otros animales, plantas, ríos, montañas, valles, comunidades de vida, como fuerza de trabajo, mercancía, y medios de producción industrial y comercial. Los estudios sobre la guerra realizados en Colombia han permanecido dentro de una visión antropocentrista, dejando por fuera la tierra como víctima fundamental de la guerra en Colombia, y de toda guerra en el planeta. La destrucción de densos y complejos tejidos de vida no se ha tomado en cuenta a la hora de nombrar las víctimas de la guerra, siendo que los humanos no podemos existir por fuera de dichos tejidos porque somos de él, simplemente somos un frágil y delgado hilo. ¿A qué se debe entonces esta paradoja, esta contradicción, esta negación de la alteridad radical que es la vida en sus infinitos e inexplicables flujos?; ¿a qué se debe que ni la guerra ni la paz, sean pensadas desde la tierra que somos?; ¿por qué persiste una concepción metafísica, tanto de la una como de la otras?; ¿por qué, a las violencias y guerras sostenidas contra la tierra natal, la tierra – madre, no se les llama guerras, sino exploración, explotación, incluso, extractivismo?